CIBERENCICLOPEDIA

Noticia - Falsedad de ciberdocumentos

Volkswagen y la falsedad de ciberdocumentos al servicio de sus intereses



Desde el pasado domingo, el grupo #Volkswagen, uno de los fabricantes automovilísticos más potentes del mundo, se ha visto envuelto en un escándalo que puede suponer pérdidas de miles de millones de euros y una merma de mercado y confianza de los consumidores irrecuperable; y todo gracias a un programa informático instalado en algunos de sus modelos más populares.

El pasado viernes, desde #EEUU, la Agencia de Protección Medioambiental Estadounidense (#EPA) acusó a la compañía de haber falsificado en el último año los test de algunos de los modelos de automóviles diesel (Golf, Jetta, Beetle y Audi A3), para poder homologar las emisiones contaminantes que emitirían, utilizando para ello una clase de software especial que falsificaba las características del motor respecto a las emisiones contaminantes.

Tras dos dias de revuelo en los medios por estas acusaciones, desde la compañía el domingo, se reconoció la conducta, y se reveló que hasta 11 millones de vehículos en todo el mundo (frente a los 42.000 en EEUU que la EPA había detectado) se habían visto afectados por el programa informático. Ofreciendo muestras de arrepentimiento, interrumpieron las ventas en territorio estadounidense, apartaron la cantidad de 6.500 millones de euros y se encuentran a la espera de las investigaciones que ya se están produciendo en los principales mercados mundiales donde Volkswagen tiene presencia.

Aparentemente, el engaño consistía en introducir un programa de #software en determinados modelos que fueran a pasar los test de emisión de gases contaminantes, de manera que detectara 2 situaciones.

  • Si detectaba que el vehículo se encontraba en carretera, dejaba que el motor funcionara correctamente, con las prestaciones y los caballos normales.
  • Si detectaba encontrarse en un banco de pruebas (gracias a los sensores de velocidad, volante, dirección de ejes, etc) manipulaba el motor y las prestaciones, de forma que las emisiones se midieran de una forma más controlada, dando resultados muy por debajo de lo que en realidad contaminaba.

El Volkswagen Beetle, uno de los modelos afectados

Se trata por lo tanto de un ejemplo claro de cómo la #falsedad de ciberdocumentos puede ser también cometida por las organizaciones de cara a servir a sus propios intereses y objetivos. Con esta estrategia, los vehículos aprobaban controles que si bien no los hubieran inhabilitado para la circulación, si que hubieran tenido que pasar por el pago de indemnizaciones, así como una menor repercusión en el mercado al tener que venderlo con un mayor coste.

A pesar de que se trata de una modalidad de falsedad muy extrema, que se aleja de la clásica falsificación de ciberdocumentos como contratos, informes o facturas, las consecuencias frente a la competencia y el mercado de estas prácticas son muy graves, y por este mismo motivo, se trata del mayor escándalo en el sector en los últimos años, con el software y una ciberconducta como protagonistas.